En el 2004, tomé una decisión que parecía extraña para muchos: dejé de ver televisión por completo.
Justo comenzaba mi carrera en agencias de publicidad, donde era casi obligatorio ver televisión para estar al tanto de los “spots” y las tendencias.
Sin embargo, descubrí que la desconexión me abriría nuevas puertas. Lejos de afectarme, la falta de televisión me llevó a explorar Internet como una fuente de información emergente. Y no solo eso, también encontré en la música, la lectura, los viajes, la vida social y el deporte mi mayor fuente de inspiración y dopamina.
Mientras otros se quedaban pegados a la TV, yo estaba descubriendo nuevas formas de nutrir mi creatividad.
Hoy, esa misma desconexión que apliqué con la televisión, la estoy practicando con las redes sociales.
El algún momento de mi vida sentí el impulso de revisar las notificaciones y de buscar el “me gusta” como una pequeña dosis de dopamina. Pero entendí que, al igual que con la televisión, si no ponía límites, las redes comenzarían a controlarme.
Decidí tomar el control de nuevo, esta vez desactivando todas las notificaciones y estableciendo tiempos específicos para revisar mis redes. Así, las redes comenzaron a trabajar para mí, y no al revés.
“Un estudio del Centro de Tecnología Humana muestra que desactivar las notificaciones puede aumentar la concentración en un 89% y mejorar la productividad diaria en un 50%.”
Yo soy un claro ejemplo de esto. Desde que hice estos ajustes, no solo recuperé gran parte de mi tiempo y enfoque, sino que volví a encontrar momentos de verdadera creatividad en actividades del mundo real. ¿Mi favorita? El Running .
Así como el “apaga la tele” se volvió una tendencia, hoy necesitamos un “desconécta la pantalla”.
No se trata de eliminar las redes sociales de nuestras vidas, sino de aprender a usarlas de forma inteligente, equilibrada y saludable (Ojo: yo trabajo con las redes, son mi fuente de ingresos, las quiero mucho <3 jajaj ).
Y por lo mismo, ahora además de tener la responsabilidad de entregar el mundo menos contaminado a las futuras generaciones, hoy más que nunca, es fundamental enseñarles a los que vienen, que la dopamina no solo se encuentra en un “me gusta”, sino también en una buena conversación, un paseo o un proyecto personal.
Porque si la televisión se convirtió en una herramienta que manipulaba opiniones, las redes sociales tienen el potencial de hacer lo mismo, pero multiplicado por 1000. (si no sabemos usarlas de forma consciente)
Acá te cuento cuales fueron los cambios que apliqué para el uso más consciente de mis redes sociales:
- Desactivé las notificaciones : Recuperé el control de mi tiempo y decidí cuándo interactuar con mis redes, y no al revés. Mi criterio es: “Si es urgente, me llamará”. Así es que reviso mi whatsapp cada 3 horas aproximadamente.
- Establecí tiempos límite : Uso herramientas que me ayudan a limitar el tiempo en pantalla como una app que me avisa el tiempo que destino a ciertas redes u otras herramientas del celular.
- Realizo actividades que generen dopamina de manera natural : Para mí, correr y explorar la naturaleza son claves para mantener mi creatividad y mi bienestar. Encuentra lo que te recarga fuera de lo digital.
En resumen, las redes sociales pueden ser herramientas poderosas, pero el control está en nuestras manos . Tal como dejé la televisión hace 20 años, hoy estoy aprendiendo a usar las redes sociales de una manera que me nutran, en lugar de agotarme 🙂
#DigitalWellness